domingo, 20 de mayo de 2007

Unos 10 atentados contra el patrimonio arqueológico se han registrado en Lambayeque, estiman

Chiclayo, may. 19 (ANDINA).- Al menos unos diez atentados contra el patrimonio arqueológico se han registrado, en lo que va del año, en el departamento de Lambayeque, estimó hoy el director regional del Instituto Nacional de Cultura (INC), Carlos Mendoza.

El funcionario sostuvo que entre los casos más sobresalientes figura el atentado contra el petroglifo La Puntilla, ubicado en el cerro del mismo nombre en el distrito de Pátapo (Lambayeque).

El petroglifo de La Puntilla consiste en una roca de 1.90 metros, donde los antiguos lambayecanos labraron detalles para darle la impresión de una gigantesca cabeza de ave o de iguana.

“Aquí sujetos inescrupulosos causaron la fractura de la piedra al arrojarla al suelo”, recordó.

Otro atentado fue la construcción de una antena de una empresa de telecomunicaciones en el morro Eten, donde existe un sitio arqueológico de la época formativa antes de la era cristiana.

“Condeno estos atentados que afectan la herencia cultural. Se ha dispuesto las investigaciones de los casos para identificar a los responsables de un acto tipificado como delito contra el patrimonio cultural de la nación”, apuntó.

Mendoza agregó que en este caso su despacho ha formalizado la denuncia ante el Ministerio Público. “A la empresa Claro se le ha abierto un denuncia penal y administrativa”, acotó.

Por su parte, el director del Museo Sicán de Ferreñafe, Carlos Elera Arévalo, señaló que durante Semana Santa se dan los mayores atropellos contra el patrimonio cultural en Lambayeque.

“Hemos visto unos episodios de huaqueo por ejemplo en la huaca Los Ovejos, ubicada en el sector La Zaranda en el valle La Leche”, denunció.

Dijo que la falta de unidades operativas con radios que permitan tener un control más amplio en la zona ha contribuido a este accionar delincuencial.

Resaltó la necesidad de educar desde el colegio para que los niños y jóvenes consideren que el patrimonio cultural también puede ser la llave de su desarrollo.

“Poniendo en valor un sitio cerca de un ámbito rural se contribuye a que las condiciones de vida cambien en términos económicos, sociales y de identidad”, manifetsó.

El investigador lambayecano indicó que es lamentable señalar que en las comunidades rurales de ancestro mochica o quechua a veces no se sienten vinculadas a esos ancestros.

“Lo que queremos es que gracias a la educación, entiendan que revalorando esos vestigios culturales, sean muebles o inmuebles, se revaloran ellos mismos”, resaltó.

Finalmente refirió que las empresas nacionales o internacionales saben bien que hay leyes y hay que cumplirlas.

“Cuando se hace cualquier intervención sea un cerro o un territorio tiene que contar con un certificado de inexistencia de restos arqueológicos. Hay empresas que empiezan a trabajar y luego regularizan (…) Eso es ilegal, eso es corrupción y hay que evitarlo”, comentó.

Elera agregó que “no es justo que por intereses de unos pocos se destruyan las posibilidades de desarrollo de las comunidades rurales”.

(FIN) SDC/JOT

FUENTE: ANDINAPERU.COM

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