lunes, 5 de marzo de 2007

Arqueólogos reconocen que el célebre "castillo" de Chanquillo fue el primer observatorio astronómico de América

PUBLICADO AYER EN ESPECIAL DEL DIARIO LA REPUBLICA

El culto al sol en las trece torres

Washington. EFE
Fotos de Roberto Ochoa B.

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El observatorio. Los trece muros están ubicados muy cerca a Casma, pero no forman parte del circuito turístico de la zona. Bajo la arena queda aún mucho por descubrir.
El observatorio solar más antiguo de América, construido hace más de dos mil años, está en la zona costera del Perú y a solo 400 kilómetros de Lima, cerca a la ciudad de Casma, reveló un estudio publicado hoy por la revista Science.

El observatorio está formado por trece torres levantadas en línea, de norte a sur sobre la cima del monte Chanquillo, que indicaban con precisión el desplazamiento anual del Sol, así como los solsticios y los equinoccios. Además, contiene dos puntos artificiales de observación separados por unos 200 metros con una especie de fortaleza rodeada por tres anillos concéntricos.

Su construcción revela que el conocimiento de la astronomía existía en la región desde antes del imperio inca, según los arqueólogos Iván Ghezzi, de la Pontificia Universidad Católica del Perú, y Charles Ruggles, de la Universidad de Leicester, en el Reino Unido. También son una prueba de que en ellos se realizaban rituales religiosos vinculados con los fenómenos astronómicos.

"Las torres de Chanquillo nos proporcionan una prueba de las primeras observaciones solares y de la existencia de avanzados cultos al Sol, los cuales precedieron casi 2,000 años a los del Cusco incaico", indicaron los científicos en su investigación.

Hallaron Ofrendas

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Un muro emerge de la arena bajo los restos de los trece pilares del observatorio. Los campesinos suelen transitar por los restos del observatorio cuando culminan sus faenas en los campos de cultivo. Abajo, haga click en la imagen para ampliar.
Chanquillo "es una estructura muy anterior en la costa peruana que parece haber sido construida para facilitar las observaciones del ocaso y del amanecer", señala el informe.

Por otra parte, las excavaciones arqueológicas revelaron que en la construcción se hacían ofrendas de figurines de guerreros de cerámica con adornos que parecerían ser signos de distinción, lo que sugiere prácticas rituales así como la existencia de clases sociales.

"La adoración del Sol y las costumbres cosmológicas de Chanquillo tal vez hayan ayudado a legitimar la autoridad de una clase de elite, como ocurrió con el imperio inca dos milenios después", según los científicos. Para Ghezzi la constatación de que Chanquillo y sus torres levantadas hace 2,300 años fueron un observatorio solar resuelve un rompecabezas científico que se mantenía desde hace más de un siglo.

Según Luis Jaime Castillo, arqueólogo de la Universidad Pontificia peruana, se trata de un claro ejemplo de un "calendario monumental".

"Es difícil pensar para qué otra cosa pudieron haber servido las torres de observación", agregó.

Pero, por otra parte, para el investigador Daniel Sandweiss: "La observación solar era necesaria para saber cuándo se debía plantar".

Chanquillo no fue una fortaleza

Hasta ahora, en base a los relatos de los cronistas, se creía que los primeros observatorios solares estaban en la región de Coricancha (Cusco) o habían sido construidos por la cultura Moche, 600 años después de Chanquillo. Sin embargo, los denominados "pilares del Sol" que marcaban las estaciones y el momento de realizar los sembrados en la región del Cusco han quedado borrados con el paso del tiempo y se desconoce su ubicación precisa.

En un artículo de análisis publicado por Science, el arqueólogo Charles Mann recoge las opiniones de otros científicos que respaldan la idea de que Chanquillo fue solamente un observatorio solar y no una fortaleza militar de la época.

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